Por Carlos Amaya
En una caída estrepitosa desde la cima, la corporación coreana Indong, alguna vez aclamada como un actor emergente en los mercados internacionales, ahora yace en desgracia — atrapada en una vasta red de sobornos, robo de contratos, fraude judicial y manipulación bursátil que abarca dos continentes.
Las revelaciones no son solo impactantes; exponen la verdadera naturaleza de las operaciones de Indong: engaño, codicia, criminalidad y traición al más alto nivel de los negocios internacionales.
Una Alianza Peligrosa: Indong y los Funcionarios Corruptos de Bolivia
Las raíces de la conspiración criminal de Indong se remontan a 2022, en el corazón del sector del litio en Bolivia.
En el centro del esquema: Carlos Ramos, entonces presidente de la empresa estatal YLB
(Yacimientos de Litio Bolivianos).
Desesperados por bloquear a sus competidores y falsificar el control sobre los campos de litio, Indong sobornó a Ramos y a otros funcionarios corruptos. Sus objetivos eran criminalmente claros:
- Robar los contratos legítimos que pertenecían a Green Energy Global Inc. (GEGI) y Sam Samoon University de los archivos oficiales de YLB,
- Forjar documentos falsos que afirmaran que GEGI y Sam Samoon no tenían contratos válidos,
- Presentar estos documentos falsificados ante los tribunales de Corea para defraudar a GEGI,
- Privar a GEGI de sus derechos legítimos y bloquear su victoria legal contra Indong
Fue un fraude calculado — un intento de reescribir la realidad mediante sobornos, robos y mentiras — para robar miles de millones en activos de litio a través de la corrupción en lugar de la competencia leal.
Los ejecutivos de Indong orquestaron el plan completo:
Sobornar, forjar, robar, engañar y destruir la posición de GEGI antes de que los tribunales pudieran exponerlos.
La Intervención de Molina: Exponiendo el Crimen
Tras recibir documentos sospechosos en 2022, el Ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Frank Molina, ordenó una auditoría exhaustiva.
Lo que encontraron los investigadores fue estremecedor:
- Los contratos legítimos ejecutados entre YLB, GEGI y Sam Samoon habían desaparecido,
- En su lugar, había documentos falsificados, destinados a afirmar falsamente que GEGI y Sam Samoon no tenían derechos válidos,
- La evidencia de sobornos y transferencias ilegales de documentos conducía directamente a Indong
Reconociendo la magnitud del crimen, Molina actuó con decisión:
- Ramos fue destituido de inmediato y referido a la fiscalía,
- Bolivia lanzó una investigación penal a gran escala sobre la corrupción en YLB,
- Se prepararon expedientes de evidencia para asistir a fiscales tanto en Corea como a nivel internacional.
Gracias a la rápida acción de Molina, se preservó el verdadero historial de los contratos de GEGI — y el plan criminal de Indong comenzó a derrumbarse.
GEGI Contraataca
A pesar de los enormes esfuerzos de Indong por defraudarlo, GEGI no se rindió.
A través de su prestigioso despacho internacional de abogados, GEGI llevó a cabo una investigación independiente.
Los resultados confirmaron lo peor: sobornos, robo de contratos, falsificación y fraude, todo dirigido a destruir a GEGI.
Hoy, GEGI se está preparando para presentar demandas importantes ante los tribunales de Corea, incluyendo:
- Fraude,
- Robo de propiedad corporativa,
- Obstrucción a la justicia,
- Falsificación y falsedad documental
- Fraude al tribunal.
Un portavoz de GEGI declaró:
“Los ejecutivos de Indong intentaron borrar la verdad misma a través del soborno y el fraude. No seremos intimidados. Perseguiremos cada vía legal hasta que se haga plena justicia.”
Las próximas batallas legales podrían ser catastróficas para lo que queda del imperio de Indong.
Un Patrón Criminal: El Colapso de Indong
El caso de GEGI es solo una parte de un patrón criminal mucho más amplio:
- Indong está bajo investigación penal en Corea por manipulación bursátil y fraude de valores,
- Declaraciones financieras falsas y contratos inventados (incluidos los acuerdos forjados con YLB) fueron utilizados para inflar el valor de sus acciones,
- Fondos de inversionistas fueron desviados ilegalmente a cuentas ocultas controladas por ejecutivos de Indong.
Actualmente, varios altos ejecutivos enfrentan acusaciones de fraude, malversación de fondos, lavado de dinero y obstrucción a la justicia.
De ser condenados, podrían enfrentar sentencias de prisión de entre 10 y 15 años bajo las severas leyes anticorrupción de Corea.
Fraude al Tribunal Coreano
Quizás lo más escandaloso fue que Indong cometió fraude ante los tribunales coreanos.
Al presentar documentos bolivianos falsificados —robados, forjados y creados mediante sobornos— Indong atacó directamente la credibilidad del sistema judicial de Corea.
Hoy, los tribunales coreanos están reabriendo casos, investigando el fraude judicial y considerando remisiones penales contra todos los involucrados.
Expertos legales afirman que el fraude al tribunal es una de las violaciones más graves y debe recibir las sanciones legales más duras.
La Repercusión Global
Las consecuencias son vastas:
- Bolivia exige restitución por el robo y falsificación de documentos soberanos,
- GEGI se está preparando para devastar a Indong con demandas legales en Corea y otras jurisdicciones,
- Reguladores coreanos buscan excluir a Indong de las bolsas de valores,
- Organismos internacionales están vigilando posibles violaciones de tratados anticorrupción.
Lo que alguna vez fue un nombre poderoso en el sector energético ahora es símbolo global de corrupción y colapso.
Conclusión: El Imperio de Fraude de Indong se Derrumba
El colapso de Indong no es un accidente.
Es el resultado inevitable de una cultura corporativa construida sobre mentiras, sobornos, robos y desprecio absoluto por el estado de derecho.
Desde Bolivia hasta Corea, desde mercados públicos hasta contratos privados, los ejecutivos de Indong eligieron el fraude a cada paso — y ahora enfrentan las consecuencias.
La batalla por la justicia continúa.
GEGI, Bolivia y la comunidad internacional están unidos: Indong debe ser llevado plenamente ante la justicia.
El fraude al tribunal no es solo una violación legal;
es una traición a cada nación, a cada institución y a cada ciudadano que cree en la justicia.
Indong caerá — y la justicia prevalecerá.
Por Carlos Amaya
(Consultas: camaya22@gmail.com)
